 |
"Yo le digo a mi hijo que si quiere beber lo haga con nosotros en casa. Esa es una forma que encontré para que sigamos manteniendo nuestra confianza. Esta creciendo tanto..."
Palabras más, palabras menos eso es lo que escuchamos en numerosas ocasiones al trabajar con los padres de adolescentes.
Como padre uno quiere cuidar a sus hijos y por eso puede pensar que si los acompaña en sus primeros consumos éstos luego tendrán un mayor criterio. Las investigaciones en cambio nos dicen otra cosa. Proponer a los hijos que beban en casa con nosotros: genera una legitimación del consumo y no evita que lo hagan fuera cuando no están con nosotros. Por último no genera una mayor conciencia entre los adolescentes.
Si uno es uno es un padre que se encuentra preocupado por el posible inicio en el consumo de sus hijos lo mejor que puede hacer es hablar con ellos de esa preocupación y manifestar que aún son muy jóvenes para beber.
